Los niños de la República Democrática del Congo están viviendo una de las peores crisis humanitarias del mundo, donde los conflictos armados son una realidad diaria, y los niños son reclutados y forzados a entrenarse como niños soldados. La situación de los derechos humanos es severa para los niños, quienes experimentan un incontable número de desafíos: pobreza, violencia sexual, enfermedades, y la incapacidad para acceder a comida o aguas limpias. Sus derechos humanos son violados rutinariamente y son frecuentemente expuestos a la violencia de los grupos armados, en algunos casos secuestrados y forzados a entrar en fuerzas militares.
Para los niños de la RDC, la educación es un camino a un futuro con esperanza, pero aún así, la educación se mantiene inalcanzable para al menos 7 millones de niños desde 5 a 17 años. La inestabilidad política y los desastres naturales han limitado el alcance de una educación primaria universal para los niños de la RPC. Más aún, la principal parte de los costes financieros, para los gastos directos o indirectos relacionados con el acceso a la educación de los niños, son responsabilidad de los padres. Existen serias disparidades económicas que resultan en una distribución desequilibrada entre las familias que pueden costear la educación de sus hijos, disparidades que resultan en una desigual distribución de instituciones e infraestructuras escolares en el país.
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